miércoles, 26 de agosto de 2009

Una hoja renga...


Hace días que me siento como esas hojas que
se desprenden de los árboles en otoño.
Vulnerables al viento cruel y despiadado,
están condenadas a secarse primero
y luego caer crujientes al suelo.

No es tan dramático, sólo me duele el pié,
y de rengo que estoy, alguien me dijo
que parecía un viejito y me dejó sin palabras...

Luego de pensarlo, café de por medio, me dije :

"Jim, las hojas y su caída no tienen remedio.
Vos en cambio tenés tus inyecciones
y apenas
te quieras acordar, otra vez serás
aquella hoja inquieta y molesta en el viento,
y acordate, ahí van a rezar para
que te quedes quieto nuevamente..."

5 comentarios:

Yo dijo...

Todo pasa Jim, todo pasa...acordate, pero sí, es tiempo de que te ocupes de vos, y no solo de tu pie!!!!!
Un beso

Carolina B. dijo...

Me encantó la metáfora de la hoja y el dolor de tu pié, al principio me puse triste, pero el final, como casi siempre, es arrollador.
Besos y que sane prontito.

eu dijo...

uyyy yo te dije que parecías un viejito... pero fue con cariño che! después te dije que eras lindo, buena gente, inteligente y no sé cuántas cosas más... pero te quedaste con lo de "viejito", es que estás muy rengo... y de paso sacaste a tu Dr. House y empezaste a castigar jajajjaja.

ya te vas a curar Jim... parecés viejito nomás, no lo sos.

Anónimo dijo...

El cuerpo es sólo una envoltura, a veces se arruga, otras se aplasta, pero si el interior está bueno, se recompone.

Anónimo dijo...

"De alguna manera, es una forma de volver a nacer para nosotros mismos, porque tuvimos que enfrentar una situación¿ Viste cómo es la vida: por ahí te caés, te quedás dolido, en el piso, agarrándote el tobillo un rato, hasta que te levantás y vas rengueando, seguís, aunque te dure el esguince. Teníamos un desafío."

Germán Daffunchio hoy en Clarín.

Muy oportuno, pensé que te podía gustar y hacerte sentir menos mal por lo de tu renguera...

Besos