Un día en el año 1985

Año 1985, Viernes por la mañana.
Villa del Parque.
Llego a la esquina del colegio.
Marce, Hernán y Tija fumando.
Flavia no para de hablar.
Dani, Diana y Karina van bajando
el largo de sus cortas polleras grises.
Entran a la escuela.
Aparece Alejandro y partimos a Retiro.
La rateada de viernes se imponía.
Miro hacia atrás...Fede me mira mal...

Un pis rápido en La Farola
y subimos al tren de la línea San Martín.

Retiro. Cruzamos la plaza.
Escupimos la Torre de los Ingleses.
Caminamos por la Recova del viejo bajo,
subimos por Corrientes, cruzamos 9 de Julio.
Paramos en La Giralda.

Café negro y una medialuna para él.
Fumamos y salimos por un par de jumpers
que vemos pasar y sabemos que andan en la misma.
Ale chamuya bajito y vienen con nosotros.

Entramos a Liberarte.
Ale y las chicas miran discos.
Yo leo algo de prestado y de golpe
encuentro "On the road" de Kerouac.
Saco unos Australes y el placer viaja ahora en mi morral.

Ya es mediodía.
Las chicas, sus jumpers y mi amigo Ale se suben al 109.
Yo me quedo y vuelvo en dirección a Alem.

En mi walkman amarillo suena Dire Straits.
Unos oficinistas pasan con sus boletas de PRODE.
Sus sueños en un tarjetón perforado...

Corrientes y Suipacha. Entro a Pumper Nic.
Celeste sonríe...ya conoce mis rateadas.
- "Frenys (papas fritas) y un vaso de soda..."
Por el microfonito hace el pedido a la cocina.
- "Frenys, soda y una Luna llena" dice.
Celeste siempre me mima con algo extra.

Al salir, busco un cospel y llamo al Turco.
Sumo toca en el Teatro Astros y hay que ir preparando.

Ya es de noche.
Sergio, La Vieja, Ale, el Turco y yo volvemos al centro en el 146.
Previa en Las Cuartetas.
Pizza y cerveza en chopps.
Al salir, un "Drácula con tacones" pone loco al Turco.
Lo perdemos...

Terminado el show, no encuentro a mis amigos.
La poli y sus razias se estaban llevando a unos cuantos.
No me podía arriesgar y salí rápido del lugar.

Me senté en la plaza del Obelisco,
y sin un austral en el bolsillo, me dediqué a observar.

El cartel titilante de Coca Cola.
La gigantesca publicidad del Ford Sierra XR4.
Buenos Aires era hermosa.
Con sus librerías abiertas toda la noche.
Con música por todos lados.
Con chicas difíciles de jeans de tiro alto.
Con calles llenas de baches y mucho empedrado,
que te obligaban a gastar zapatillas sin que tus pies se quejaran...

Hace algunos años, una buena amiga norteamericana
que llegó en esa época desde su país me dijo:

-"Sabés Jimmy, cuándo llegué a Buenos Aires
enseguida me pareció una ciudad hermosa,
pero me dí cuenta que le faltaba una mano de pintura..."

Hoy, muchos años después, me doy cuenta que ése era el encanto...

Buenos Aires...
En los ochenta era la chica excitante de remera mojada.
Hoy es tan sólo una teta repleta de siliconas...

(Dedicado a Sergio, La Vieja y el Turco, siempre presentes...)