Si lo posible se agotó, entonces vayamos por lo imposible..

Lo pensé ayer mientras manejaba rumbo al trabajo.

Si lo posible se agotó, entonces vayamos por lo imposible.

Y no es que se despejó.

Y no es que sé dónde vamos.

Y no es que sé como actuar.

Todo está inamovible.

Quebrado y doblado, es verdad,

pero freezado para no echarme a perder.

Porque fecha de vencimiento sé que tengo...

Estoy desordenado.

Pero nadie sabe más de mí que yo mismo.

Los mazazos han sido brutalmente seguidos uno de otro.

Y creo que la sin pausa hizo mella.

Mi estado es inevitable.

Mi disfraz de héroe no lo encuentro,

y mi Clark Kent no me sirve de mucho.

Una secuela interminable de dolores,

penas, angustias y sinsentidos.

Vulnerabilidad.

Y yo sin armadura...

Pero...

Hoy le aconsejé a alguien que quiero,

no temerle al espejo, a ese que no miente.

"Si mirás bien, hay mucho para querer en vos".

Le dije lo que es empírico, no sólo lo que siento.

Y me pareció curioso.

Puedo aún con mis propias heridas,

seguir atendiendo heridas ajenas.

Vuelvo al principio.

Mi realidad ha sido siempre un imposible.

En mi vida, todo aquello que era posible

siempre se estrelló contra el cordón.

Y perdido por perdido, iba entonces por lo imposible.

Y lo logré.

Con mis imposibles aún estoy de este lado,

y con sus posibles, muchos quebraron de cachorros...

Por eso vamos por una más.

Si esa posibilidad se vuelve imposible, entonces zafamos...