Una ausencia prolongada

Y sueño.
Y por un momento siento tu olor a jazmines en pleno junio.
Te extraño y no puedo evitarlo.
Mi mente te trae al presente desde un pasado
tan niño como aquel que se sujetaba a tu mano.

Y anhelo.
Desearía ignorar todo lo que sé sobre la vida.
Desearía recordar aquellas respuestas sencillas.
Lo que daría por sentir que me abrigás, que me besás,
por escucharte insistir e insistir para alimentarme.

Y festejo.
Festejo que la noche trajo con sus sombras tu recuerdo,
aquel que con los años se inmacula cada vez más.
Y qué importa que los años idealicen las ausencias,
si la tuya era una presencia ideal...

Y recuerdo.
Que naciste en 1913.
Que despilfarraste una herencia completa.
Que perdiste dos hijos, que tu amor se fue primero.
Que sufriste sin que se note.

Y entristezco.
Porque la noche es larga pero los sueños cortos.
Veo cómo se van desintegrando las caricias, los besos,
hasta que la realidad me grita que ya no estás.
El sueño se estrelló contra mis ojos abiertos.

Cuando tengo frío ella es más que una ausencia.
Mi abuela es una ausencia prolongada...


Jimmy